Dice Adriana Alba, presidenta de la
Asociación de Familias Adoptantes de Málaga, que si por ella fuera iría a por la segunda adopción. Es una profesional liberal y su marido también trabaja, por lo que la situación económica no es un problema. No obstante, la adopción del hijo que fue a buscar a Rusia le supuso un desembolso de unos 42.000 euros. Optó por un procedimiento libre, es decir, sin la mediación de una
Entidad Colaboradora de Adopción Internacional (Ecai).
«Es cierto que yo hice un total de cinco viajes al país, dos de ellos porque quise, pero en cualquier caso y aunque no es lo más importante, el coste de la adopción es algo que hay que sopesar», indica Adriana Alba, que estima que el desembolso medio para adoptar en el extranjero se sitúa entre los 20.000 y 25.000 euros. Por eso no le extrañaría que, ante el actual panorama de incertidumbre económica, algunas parejas decidan esperar.
Su percepción coincide con los datos que maneja el jefe del Servicio de Atención al Menor (SAM), Isidro Ramos, que ponen de manifiesto que -en el caso de la provincia-, las adopciones internacional han caído un 40% si se compara la media trimestral de solicitudes recibidas con la de 2008. Así, si el año pasado este servicio recibió un total de 164 solicitudes, en los nueve primeros meses de este año ha registrado 73, y aunque el número subirá algo cuando finalice el ejercicio, no va a alcanzar ni de lejos las cifras del anterior.
Isidro Ramos recuerda que desde enero de 2008, el certificado de idoneidad -primer paso del proceso- es gratis. «Los solicitantes empiezan a pagar cuando comienza la tramitación para presentar los documentos en el país de origen del niño, porque hay que traducirlos».
Pagos
Una vez está la documentación en el país elegido, son sus responsables los que marcan las tasas, que varían según el lugar, y luego vienen los gastos que se deben realizar durante la estancia en los mismos, en espera del juicio que da luz verde definitiva a la adopción.
El tiempo que debe durar la estancia de los padres adoptivos también lo marca el país de origen del niño, y puede ir desde los 15 días al mes y medio, con todos los gastos que ello conlleva. En ocasiones, el periodo hasta que sale el juicio se prolonga, por lo que se hace preciso prolongar también la estancia. En algunos países se exige a los padres un mínimo de dos viajes, ya de entrada.
Tiempo de espera
No obstante, a pesar del desembolso realizado, Adriana Alba ha tenido suerte. Desde que inició el proceso de adopción hasta que se trajo a su pequeño de Rusia tan sólo pasaron dos años. Puede parecer mucho tiempo, y más cuando se ponen en juego esperanzas, deseos y emociones, pero en el terreno de las adopciones internacionales es un tiempo de espera aceptable, teniendo en cuenta que Rusia se ha convertido en el país preferente para adoptar por parte de familias malagueñas.
Javier Sánchez, secretario de la
Asociación Hilo Rojo, integrada por familias adoptantes en China, va a cumplir cinco años de espera.
«Mi previsión más optimista es para el año que viene. El de China es un claro ejemplo de saturación de un país en cuanto a demanda de adopciones internacionales: Si hace cinco años en un mes adjudicaban 3.000 niños, ahora en un mes se adjudican 300», dice Sánchez, que recuerda que los expedientes que llegan allí no sólo proceden de España, sino de toda Europa y de EE UU.
Con el tiempo, la avalancha de adopciones en China ha provocado que cada vez sean mayores los requisitos impuestos por el país y también mayor el tiempo de espera, porque no hay niñas adoptables que puedan cubrir tanta demanda. De hecho, en 2008, las autoridades Chinas se volvieron inflexibles a la hora de valorar los expedientes. Los adoptantes debía cumplir escrupulosamente los requisitos que el Estado aprobó en 2007, entre los que se indicaban aspectos tales como el índice de masa corporal o el nivel de estudios de los futuros padres.
De hecho, el país asiático ya no está entre las preferencias de los solicitantes de adopción en el extranjero que, en el caso de Málaga, se decantan en mayor número por Rusia.
Descenso paulatino
Para el responsable del SAM, el tiempo de espera, la dificultad del proceso y el aumento de las exigencias de los países que se ven desbordados por las peticiones están detrás del paulatino descenso que, a nivel global, ha sufrido la adopción internacional. Mientras que entre 2001 y 2004 el número de expedientes de adopción internacional tramitados en España subió un 64%; de 2004 a 2008 bajó un 43%. Francia y EE UU, aunque con diferentes valores, presentan un comportamiento similar al de nuestro país.
Texto: Genma Martínez
Foto: Sur
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