Expertos participantes en el XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria que se celebró recientemente en Oviedo, recomiendan llevar a cabo una especial atención socio-sanitaria a los niños procedentes de adopción internacional. Según indicaron, estos niños "tienen más factores de riesgo" socio-sanitarios, y suelen presentar entre las patologías o desajustes más frecuentes (25%) el retraso leve en el desarrollo de peso y talla, la anemia, problemas dermatológicos banales, problemas de alimentación o en el sueño.
Por ello, recomiendan una visita al médico previa a la adopción, para estudiar los informes preadoptivos aunque con frecuencia están incompletos o son poco fiables. Los datos actuales del Ministerio de Educación, Deporte y Política Social, reflejan que desde 1997 hasta el año 2007 se han adoptado 37.582 menores de países extranjeros en España, apuntó la organización del congreso en nota de prensa.
Las causas de su estado suelen ser "la pobreza unida a mala higiene, infecciones, mala nutrición y retraso de desarrollo, carencia de vacunas que previenen importantes enfermedades, mal control de embarazo y parto, entre otros problemas".
Pero, además, a esto se une el factor del abandono afectivo "que podría causar problemas emocionales o de relación y falta de estímulo para su desarrollo psico-motor. Sin embargo, estos niños sufren un cribado antes de ser dados en adopción que limita en general la posibilidad de graves patologías, a diferencia de los niños biológicos", apuntó el doctor Jesús García Pérez, miembro de SEPEAP, y uno de los participantes en el Seminario.
Los expertos defienden la visita preadoptiva al pediatra. "Los padres deberán encargarse de una traducción fidedigna de los informes, pero una vez solventado ese problema, nos encontramos con que dichos informes preadoptivos son incompletos y no del todo fiables", apuntó García Pérez. "La realidad es que existen diagnósticos graves en los informes, que en muchas ocasiones no son corroborados en nuestro país, pero que en ocasiones sí son ciertos", añadió.
Cuando el niño ha llegado a España, los pediatras recomiendan dejarle unos días de adaptación pero "sin retrasar demasiado la primera evaluación pediátrica tras la llegada por si hubiera alguna infección (se recomienda unas 2 semanas después); y de forma inmediata, si existen signos o síntomas clínicos de enfermedad aguda", señala el pediatra. Además de la exploración física minuciosa, agudeza visual y audición, el pediatra cuenta con guías específicas para orientar otro tipo de exámenes y de análisis básicos a todos los niños.
Además, según de dónde proviene el niño y las características y síntomas concretos, "se realizarán otros análisis más específicos como función tiroidea, estudio de hemoglobinas, plomo, u otros, para descartar enfermedades determinadas, e incluso estudiar la edad ósea o dental", explicó el pediatra.
SIGNOS DE ALARMA
Entre los signos que deben ser tenidos en cuenta destacan comportamientos que a la familia le resultan intolerables o imposibles de afrontar o que repercuten negativamente en el resto de la familia; tristeza o aislamiento; problemas con la alimentación o de sueño; o dificultades escolares. Además de controlar la evolución del proceso de adaptación, también es necesario que en los primeros años, el niño realice subsecuentes visitas de seguimiento donde se controlarán los aspectos patológicos, si los hubiera, tanto físicos como psicológicos, crecimiento, vacunación y adaptación al nuevo hogar.
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