Johanna Thornblad es sueca pero vive en Barcelona. Su marido es catalán y ambos se encuentran en pleno proceso de adopción de un niño Etíope. "El mejor amigo de mi esposo es de Etiopía, aunque vive en Florencia, y conocemos la situación de su país", asegura Johanna para argumentar la decisión de adoptar en el estado africano.
Al tratarse de un proceso muy largo –llevan esperando dos años y medio- Johanna y Joan Vinyets decidieron visitar Etiopía para conocer in situ el país y la cultura del que será su hijo, por lo que las pasadas Navidades volaron hasta Abisinia aprovechando que una buena amiga canadiense inauguraba allí un pozo de agua potable apoyada por la organización estadounidense ‘A Glimmer of Hope’.
“Puedes verlo en la televisión, o imaginártelo, pero no tiene nada que ver. Son gente que han vivido toda la vida sin nada, no tienen ni agua. Las mujeres caminan de 3 a 5 horas diarias para recoger agua y cargan con pesos de 20 a 30 kg. Los niños se levantan a las cuatro de la mañana para ayudar a sus padres y luego andan 10 km. para ir a la escuela, sin comer”, relata nuestra protagonista.
Durante el viaje, Johanna se dio cuenta de una realidad bien triste: “Cuando fui en Navidades no vi nada para jugar, a veces veía que juntaban plásticos a modo de balón, pero no tenían nada, siempre estaban cuidando a los hermanos menores o ayudando a los padres”.
Es por ello que decidió hacer algo al respecto. Llamó a su amigo David Lladó y le contó lo que había visto. “Mi hijo juega en la FCB Escola y la Johanna nos pidió a ver si podíamos hacer algo, pero nos lo pidió con poco tiempo para gestionarlo y vi más factible movilizar a unos cuantos amigos. Reunimos dinero y compramos balones del Barça en la ‘Botiga’”, explica David.
El pasado mes de mayo Johanna volvió a Etiopía cargada de balones del Barça con sus respectivas manchas: “Viven en medio de la nada, entre grandes montañas y a horas en coche de las ciudades, pero conocen al Barça. El fútbol es muy importante para ellos. Si uno ha viajado le cuenta a los demás lo que ha podido ver por televisión”. “Ves sus caras de sorpresa y felicidad al recibir un balón de Eto’o, Henry, Messi, ... y te emocionas”, destaca.
Johanna continúa esperando la llegada de su hijo y seguirá ligada a Etiopía toda su vida: “Dentro de poco volveré para llevar un poco de alegría y ayuda a los fantásticos niños que hay allí”.
1 Opinan...:
Me encanta leer que hay gente comprometida. Es cierto que no tienen nada con que jugar, y es muy bonito ver su cara de sorpresa cuando les das un sencillo juguete.
Un saludo
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