El Gobierno ugandés ha aprobado esta semana una nueva ley que exige a los extranjeros con deseo de adoptar que vivan al menos un año en el país antes de formular una solicitud para llevarse a un niño; una modificación aplaudida por la ONG a favor de los Derechos Infantiles que combaten el tráfico infantil en el país africano. Esta ley, que además prohíbe de una vez por todas la opción de asumir la custodia legal de los niños, lo que provocaba que abandonaran el país por la vía rápida, "pone fin a una larga espera para que el régimen abordara de una vez el bienestar y la salud de los niños", según el diputado Bernard Atiku, impulsor de la nueva legislación.
Cientos de niños ugandeses han sido adoptados durante los últimos años por extranjeros, principalmente estadounidenses, que hasta ahora se limitaban a asumir la custodia legal, sacar a los niños de Uganda y completar el proceso de adopción desde el extranjero. A través de este procedimiento, varios niños fueron extraídos del país por redes de narcotraficantes. No había forma de rastrear el paradero de los niños desaparecidos, según Atiku. Uganda endurece los trámites de adopción para combatir el tráfico infantil internacional
"Los extranjeros han estado manipulando la tutela para sacar a los niños", ha lamentado. Esta extracción ha sido facilitada por la corrupción reinante en el país africano, de la que se han aprovechado los traficantes para sobornar a oficiales o a padres ugandeses, y fomentada por la aparición de orfanatos ilegales dedicados exclusivamente a preparar a niños para adopción.
Oficialmente existe una ley de adopción, aprobada en 1997, que exigía a los padres adoptivos que permanecieran tres años en el país pero el respeto a esta legislación ha sido completamente nulo. Según los datos del Departamento de Estado de EEUU, el número de niños ugandeses adoptados por estadounidenses creció más del triple entre 2010 y 2013. Un total de 201 niños fueron adoptados en 2014.
De ellos, cuatro de cada cinco niños tenían al menos un padre biológico con vida. Esta nueva ley también aborda esta circunstancia: solo se podrá adoptar a niños sin parientes o tutores conocidos. "Este es el mejor regalo que el Parlamento podía hacer a los niños de Uganda", ha declarado la directora de la ONG Uganda Child Rights, Stella Ayo-Odongo. "Quienes pretendan adoptar niños ugandeses deberán seguir ahora el proceso de adopción. Se acabaron los atajos", ha declarado.
Por contra, algunos diputados han manifestado que, a pesar de las buenas intenciones de esta legislación, las oportunidades de muchos niños se verán restringidas si permanecen en el país. "Hay muchísimas situaciones en las que estos niños se encuentran totalmente abandonados", ha contestado el diputado independiente Fox Odoi. "Su único rayo de esperanza es que aparezca un extranjero dispuesto a llevárselos", añadió.
Fuente: Europa Press/Reuters
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